lunes, 25 de mayo de 2009

Obesidad, la enfermedad del siglo XXI


Nuestra sociedad sufre de un exceso de peso, debido a los cambios en la alimentación y en la actividad física diaria, todo lo cual repercute en la salud física y psíquica de muchas personas.

¿Saben ustedes cuántas personas obesas hay en el mundo? Hay 1,6 billones según la Organización Mundial de la Salud y esta enfermedad ha aumentado en los niños debido la forma de vida del mundo moderno que conlleva el abandono de la comida tradicional preparada en casa y la dependencia de la comida industrial o chatarra”.

Una enfermedad metabólica

La obesidad es considerada una enfermedad metabólica ya que reduce y afecta la calidad de vida de las personas, esta enfermedad se asocia a trastornos crónicos como la diabetes, la hipertensión o las enfermedades cardiovasculares, en lo que hoy se conoce como Síndrome metabólico.

Obesidad en Chile

En Chile el 18% de los niños escolares son obesos, siendo uno de los paises con más niños obesos en el mundo, mientras que el 22% de los adultos son obesos y el 38% presenta sobrepeso.

¿Y por qué somos obesos?

En la obesidad y el sobrepeso, si bien puede existir un aspecto genético, lejos lo más importante son los factores ambientales, dentro de los cuales debe destacarse el sedentarismo y los hábitos alimenticios poco saludables, con dietas desequilibradas con alto

contenido de grasas y calorías.

¿Cómo mejorar?

Para mantener un peso adecuado es necesaria combinar una dieta variada y equilibrada y actividad física diariamente.

Es importante que los padres sepan lo que es la pirámide de los alimentos y sepan en qué cantidad y con qué frecuencia está recomendada su ingesta. La educación es la manera más eficaz de prevenir la aparición de la obesidad. Los niños deben aprender estas nociones básicas desde pequeños.

Cinco raciones de frutas y verduras, cereales y sus derivados, carne, pescado y lácteos forman parte de la base de la pirámide alimentaria y, por tanto, deben tomarse a diario.

Las grasas se dividen en buenas y malas. Las buenas (poliinsaturadas) son las que se encuentran en el aceite de oliva y algunos frutos secos (nueces) y pescados azules (omega 3).
Las saturadas, que son de origen animal están relacionados con una mayor cantidad de colesterol.

"Los niños sanos tienen interacciones más positivas, son más felices y aprenden mejor"

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