La escuela de nubes
(Jano Antrix)
En la escuela de las nubes
quisiera estar estudiando,
para poder ir a clases
con nubes de traje blanco.
La sala es el cielo grande
sin puertas y sin ventanas
y nunca exigen tareas
o pasar a la pizarra
Me iría por la mañana
en las alas de una mosca,
colgando de un volantín
o montando en una loica.
Sobre la nube más cómoda
me sentaría en seguida
para estudiar y soñar
mil cosas entretenidas.
Nunca más me gritarían
¡Anda en las nubes de nuevo!
pués yo diría muy claro:
las nubes son mis colegio.
A mi maestra Básica
La maestra... tan buena como mi madre
y como ella, nerviosa,
de las que agrandan las cosas
y que por nada se queja.
Tenía entre ceja y ceja
esa cuestión del aseo,
y en lo mejor del recreo
revisaba las orejas.
Decía que un pajarito, al oído le contaba
qué niños molestaban
cuando salía un ratito.
Y si un grandote de quinto
armaba la tremolina, parecía una gallina
cuando cuida los pollitos.
Nos tomaba la lección
siguiendo el orden de la lista
y obligaba con la vista
a escuchar con atención.
Pobre maestra mía, no sabéis con que alegría
quisiera volver a verte,
no me vas a reconocer
sin embargo te diría:
“Yo ocupaba el tercer banco,
al lado de la ventana,
el que abría las persianas
cuando el sol no daba tanto;
el que se ahogaba en el llanto
la tarde en que te dejó.
Tú eres la dulce ilusión
de una edad que se fue,
por eso, vine otra vez,
para darte la lección.
Pregúntame, Maestra de Básica, pregúntame,
que cuánto me has enseñado,
lo llevo en el corazón.
Del portal RMM
Mariannella Ivonne Beltrán Sanhueza
No hay comentarios:
Publicar un comentario