
Escritora, nacida en Iquique, Chile, en 1950.
Sus relatos El día que Jorge Luis Borges perdió el Nobel y Sobremesa fueron finalistas en los concursos literarios de Banco Santiago y Revista Paula respectivamente, ambos publicados.
Su libro El niño, el perro y el platillo volador fue segundo premio Consejo del Libro 2001 y es lectura recomendada por el Ministerio de Educación (3a ED)
Mundos de papel
Alida Verdi
Los cuadernos, los colores
Y la goma de borrar.
Sobre estas páginas frescas
Empezaremos a armar
Satélites, nebulosas,
Todo el sistema solar.
¿Cómo haremos con la Tierra
que se me quiere escapar
por un agujero negro
a los confines de la eternidad?
¡Pronto, tomen sus tijeras
y la goma de pegar;
la cortamos, la encolamos
y nadie la moverá.
Con estos hilos de seda
A Saturno le quedarán
Los anillos más brillantes
Que una corona real.
¿Y del sol su cabellera
cómo vamos a pintar
para recrear el fuego
que tanta vida nos da?
Rojo, blanco y amarillo
Y anaranjado quedará
Tanto que la luna llena
Más que nunca brillará.
Yo supe -dice Juanito-
Que un astrónomo encontró
Nuevos mundos tan lejanos
Que nadie jamás conoció.
No lo creo -dice Alfonso-
Si es así ¿cómo los vio?
No hay telescopios tan grandes
Ni en Atacama ni en Ecuador.
Si de Alfonso se tratase,
-salta José- pienso yo
que todavía la Tierra
sería plana como un tambor.
Si en vez de pelear ponemos
La cabeza en la labor
Nuestro Universo de cartulina
Funcionará como un reloj.
Nuestro Sol está en el centro
Latiendo como un corazón
Y nosotros orbitamos
Todo un año alrededor.
Esta nube tan etérea
Que parece una ilusión
La bautizó Vía Láctea
Un hombre que la admiró.
¡Es casi como un camino
para llegar hasta Dios,
cada estrella, un ladrillito,
cada grupo, un escalón!
Este es Marte, misterioso,
Planeta Rojo se le llamó.
Dicen ahora los científicos
Que un día la vida conoció.
¿Será cierto que solo hielos
existen allá en Plutón,
que de tan grande y lejano
hasta su atmósfera se congeló?
Algún día, en el futuro,
El hombre podrá viajar
Comprimiendo mucho el espacio
Y expandiéndolo hacia atrás.
¡En una de esas grandes naves
quisiera ser capitán
y recorrer las galaxias
y el Universo sin parar!
Por mucho que recorrieran
No podrían terminar
Un viaje hacia el infinito
Todos los miembros de la humanidad.
Te volverías viejito
Te tendrían que cambiar
Por tus hijos, por tus nietos
Y a ellos, por muchos más.
Eso creían, es cierto,
Nada más osábamos pensar
Pero un hoyo de gusano
Promete ser la puerta para viajar
A Marte, Venus, Mercurio,
Urano, Júpiter y muchos más
Que de tan desconocidos
El hombre aún no llega a bautizar.
Así la clase ha terminado,
Nuestros planetas orbitarán
En su cielo de cartón piedra
Y en los sueños que todos tendrán.
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